Un día, la vida me golpeó tan fuerte que
me enseñó a resistir.
Un día, me mintieron de tal forma que me dolió
y entonces aprendí a ir siempre de
frente con la verdad. Un día, me falló
quien menos imaginaba y entendí
que las palabras hay que cumplirlas
y de los actos, hacerse cargo.
A veces es necesario dar vuelta la
página y empezar de cero, aunque
cueste o duela…
El mejor guerrero no es el que triunfa siempre
sino el que vuelve sin miedo a la batalla.
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