Si tienes una mamá exigente, regañona, una madre pesada… pon atención a este artículo y dale las gracias, porque las madres más pesadas tienen hijos más exitosos.
¡Recoge tu tiradero!
¿Me estás escuchando?
¡Haz tus deberes!
¿Por qué no tendiste la cama?
¿Ya te lavaste los dientes?
¡El día que te falte… entonces sí!
¡Dije a las 10 no más tarde!
¿Te suena familiar? ¿Te las dice tu mamá? o ¿Se las dices tú a tus hijos? Pues aunque se diga que que una mamá así es una pesada, está haciendo bien. No debería dejar de hacerlo, si ya tienes hijos tú tampoco… un estudio ha demostrado que las madres más persistentes tienen hijos más exitosos.
Ericka Rascon es investigadora de una Universidad y ha liberado un estudio que asegura que “detrás de toda persona de éxito hay un padre o madre exigente”. La investigación ha analizado encuestas en 15.000 infantes de entre 13 y 14 años desde 2004 a 2010.
En una sesión informativa Ericka dijo que “la medida de las expectativas en este estudio refleja una combinación de aspiraciones y creencias acerca de la probabilidad de acceder a una educación superior declarada por la mayoría de los padres, en la mayor parte de los casos la madre”.
Cuando los padres tienen mayores exigencias sobre sus hijos, éstos toman mejores decisiones. El estudio revela, por ejemplo, que los padres persistentes reducen la posibilidad de embarazos prematuros en adolescentes hasta en un 4% sobre los padres que tienen menores exigencias.
Además, estos hijos desarrollan mayores posibilidades de ir a la universidad, terminar una carrera con éxito y conseguir mejores puestos de trabajo.
“En muchos casos tenemos éxito haciendo lo que creemos que es más conveniente para nosotros, aunque sea en contra de nuestros padres. Pero no importa cuanto nos esmeremos en evitar las recomendaciones de nuestros padres, de alguna forma influyen, aunque sea sutilmente en las decisiones que tomamos, aunque creamos que son extremadamente personales”, cuenta Ericka.
En la adolescencia la comunicación hijos-padres probablemente tenga sus altibajos puesto que los hijos pensarán que los padres lo único que quieren es “fastidiarlos”. Entre encajar en los grupos de amigos, la presión de la escuela, cambios hormonales, melodramáticas relaciones adolescentes, no son capaces de procesar el profundo significado que hay detrás de todo lo que los padres les dicen, o hacen porque los aman, porque quieren para ellos el mejor futuro posible.
¿Tienes una madre con el estilo exigente, demandante, regañona? Pues siéntete valorado y querido… y si tú eres un tipo de padre así, pues ¡enhorabuena! estás haciendo lo correcto.
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